La música en tu cuerpo
Para empezar hay que saber que es la música:
sabes que es pues ven a echar un vistazo:
Es el arte de combinar sonidos en una secuencia temporal atendido a las leyes de la armonía, la melodía, el ritmo o de producirlos con instrumentos musicales.
La música posee la capacidad de despertar en las personas sentimientos de diversa índole, experimentando reacciones de alegría, melancolía, tensión, relajación etc.
Esta misma circunstancia ocurre en el bailarín/a, produciéndole una enorme acción emotiva que le impulsa a expresarse a través de sus movimientos.
La música aporta al bailarín/a la fuerza y la motivación que necesita para comunicarse. Pero para que la danza fluya, es necesario realizar previamente un análisis de la música que va a acompañar al movimiento, a fin de identificar aquellas estructuras que van a permitir desarrollar al máximo la expresión y la interpretación del bailarín/a.
La armonía:
Se define como la adicional textura de la melodía, o cómo la ciencia que estudia los acordes. Un acorde es un conjunto de tres o más sonidos que se oyen simultáneamente.
La armonía sirve de unión entre la melodía y el ritmo, enriqueciendo la melodía y aportándole variedad y carácter. Al bailarín/a le ayuda a ser más consciente de la respiración en los movimientos, mejorando así la calidad de las ejecuciones.
La melodía:
Se puede definir como la combinación heterogénea de los sonidos musicales, o la sucesión de sonidos de diversa altura con la que el compositor expresa un sentimiento. A través del ritmo los diferentes sonidos de la melodía se agrupan unos con otros. El ritmo es importante en la danza, pero no es conveniente bailar sólo a golpe de tambor. La melodía aporta un soporte natural para la expresión y ayuda al uso de la respiración durante la interpretación.
Estilo y carácter.
El carácter es el elemento expresivo que nos va a decir como es la composición musical. Indica qué cualidad tiene: si es alegre o triste, si tiene fuerza o es sensible, etc. Los términos usados para expresarlo son entre otros: amable , apasiónate, brillante, delicado, furioso, tranquilo etc. etc.
Cada instrumento tiene un carácter particular, y al igual que el músico opta por uno determinado para componer, porque es el que necesita para desarrollar el sentimiento que quiere expresar, en danza ocurre lo mismo.
Los estilos de las piezas musicales son diversos y es importante que el bailarín/a los conozca, para poder decidir qué clase de música es la que le conviene para el montaje de su coreografía.
La danza por su parte engloba diversos estilos que son específicos. Cada uno de ellos tiene un carácter determinado y nos indica el ritmo, la dinámica y la velocidad con la que se ejecuta un movimiento.
Es importante hacer coincidir el estilo de la música y su carácter, con el estilo y carácter de la danza que se vaya a desarrollar, a fin de fundir ambas disciplinas en una interpretación rica que llegue al espectador como un todo de expresión de sentimientos.
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